por patocles » Jue Mar 31, 2005 8:08 pm
Pues juntar mis gustos, con mi profesión y el sentido común es un tomate. Reconozco que me gusta mucho conducir, ir deprisa y que me compré un coche que induce a que le apriete la zapatilla, para empezar.
Cuando se habla de accidentes no suele haber un único factor determinante, con lo cual decir que los accidentes ocurren solo por la velocidad no es correcto. La velocidad ayuda a que no se domine un coche si vas bebido, si te distraes, si no hay experiencia al volante, si faltan reflejos por la edad, por las circunstancias de la vía y, en general, que es a donde voy, si no hay prudencia. Pero tampoco me parece de lógica lo que a veces se argumenta de que un coche potente te puede salvar la vida en una circunstancia apurada, que es una excusa para permitir que se corra; en casi 20 años conduciendo he tenido necesidad de pasar de vueltas al coche para culear y salir indemne dos veces, una con un panda y otra con un lanos... Con el coche potente, al final forzamos las situaciones de las que deberían salvarnos, no al contrario.
La Ley no puede dar un límite de velocidad a cada conductor o a cada modelo de coche, con lo que siempre habrá quien se queje y por otra parte quien no debiera ni arrancar el motor.
Conviene para estas cosas leer estadísticas, que ya sabéis que valen para ponerla cada uno de su parte, y el simple hecho de que se autorice a correr mas por autopista que es lo que se preguntaba, no me parece mal. Aunque en las ciudades se prohíba circular a mas de 30 si se siguen sin respetar semáforos o pasos de cebra ¿qué mas da? Si hay quien sigue circulando con todos los antinieblas encendidos 'porque mola mucho' , con la música que no se puede oir ni concentrarse, si aunque se harten de darnos palos en las costillas 'solo ha sido una copa', se habla mas por teléfono que en la oficina, se va sin casco en ciclomotor, sin cinturón, nuestro abuelo se empeña en que él aún puede, las señales son confusas... ¿de verdad tiene la culpa solo la velocidad?
Como en tantas otras cosas el secreto está en el respeto a los demás, y de eso nos falta mucho todavía. Y mientras que la mayoría de los conductores sigan (o sigamos, a veces soy así de hipócrita) pensando que los que conducen mal son 'los otros' , que en las autosescuelas se enseñe a sacar el carnet y no a conducir, etc, etc, pues nada, como siempre, a chincharse todo el mundo y los palos, cada vez mas gordos.
Saludetes.